martes, 9 de septiembre de 2008

Algo de historia...

Poco es lo que se sabe sobre la región conocida actualmente como Arraiján en la Época Prehispánica, puesto que ni siquiera existen conjeturas a este respecto por parte de los historiadores. Sin embargo, en la década de los 80, se informa del hallazgo de un cementerio indígena en Playa Venado, en la Antigua Zona del Canal. Según el poeta y escritor Lucas Bárcenas en su “Reseña Histórica de Arraiján”, este cementerio bien podría haber tenido ya cien años cuando los europeos arribaron a nuestro Istmo, por lo cual nos remontaría a los años 1400-1415, y los vocablos Venado(Playa Venado), Cocolí(etimológicamente, Lí: pájaro; cocó: onomatopeya del canto del ave), Cabra(Cerro Cabra) que significaría “El Jefe”, Bique, que significa “El Río”, tendrían un origen eminentemente indígena. En efecto, en 1951 el Ejército de los Estados Unidos acantonado en la Base aérea de Howard descubrió un rico cementerio indígena con más de 300 tumbas, orfebrería y artículos de conchas. La cerámica fue datada como perteneciente al Periodo Cubitá (550-750 d.c). Los expertos han encontrado nexos culturales y comerciales entre este asentamiento y los de Coclé y Azuero. Véase el apartado “Arraiján en la Época Prehispánica".

De la Época Colonial tampoco se tienen muchas noticias. Hacia el año de 1510 encontramos relatos sobre contactos entre europeos y amerindios, más que todo orientados hacia Caimito, en busca de tierras para la agricultura de sustento de los conquistadores, ya en este momento es mencionado el Río Caimito como centro de población. También se cita una relación del conquistador Gaspar de Espinosa, donde expresa que el Caimito era solo llanos y colinas que bordeaban el mar y las montañas y que no existía ni tribu, ni cacique importante en esta región. Esta relación es extremadamente especial, pues el insigne poeta arraijaneño Don Lucas Bárcenas cita una versión donde el supuesto fundador de Arraiján fue un indio de nombre ARRAYÁN, dueño de grandes extensiones y señor de muchas tribus; si esto fuera cierto, Gaspar de Espinosa habría escrito de tal personaje o de tal población en sus relaciones. En el siglo XVI, el emperador Carlos I de España y V de Alemania ordena al Comando Real ubicado en el Istmo, la fundación de un pueblo agrícola entre Monte Cabra y el Río Caimito con una iglesia que proyectara los adelantos arquitectónicos de la época. Lo más probable es que se trate de la población de Bique ya que concuerda con tal descripción geográfica. En 1553, durante el régimen de Encomienda Indiana se agrupó a los indígenas encomendados en las islas de Taboga, Otoque, y en la “Sierra de Cabra” (actual Veracruz), pero posteriormente se les reubicó en Chepo, acabando así con la población indígena que residía en la región, lo que obligó a traer esclavos indígenas de Nicaragua y de Venezuela para explotar las minas de oro, lo que contrarió al Emperador que mandó a liberar a todos los esclavos enviando herramientas agrícolas a sus habitantes para que dedicaran a los trabajos del campo. Un grupo de negros esclavos encabezados por Francisco Berbesi organizó un levantamiento cimarrón y se establecieron en la llamada “Sierra de Cabra” hasta que en 1579 fueron reducidos en tiempos del Oidor Alonso Criado de Catilla. Con respecto al cimarronaje podemos decir que cuando los negros de Bayano fueron sometidos en 1582, se les reubicó en un pueblo al cual se llamó “Santa Cruz la Real” al que solo se señala ubicado “al Oeste de la Ciudad de Panamá” (La Vieja) y cuya ubicación exacta se desconoce pero que pudo haber sido un núcleo cercano a Arraiján.

Arraiján en la Época Prehispánica

Playa Venado Para 1915, las únicas pistas arqueológicas sobre el pasado precolombino de Panamá procedían de Chiriquí, específicamente del Sitio Barriles. Se pensaba en aquellos días que los pueblos indígenas que se asentaron en el Istmo antes de la llegada de los españoles no poseían técnicas elaboradas de instrumentación, ni alguna expresión artística que no fuese dada por acciones coyunturales. En ese mismo año se organizó una exposición, celebrando la inauguración del Canal, para mostrar piezas arqueológicas procedentes tanto de Chiriquí como de otros lugares del país. Las más llamativas fueron de un lugar en Coclé que pertenecía a la familia Conte. Con el pasar del tiempo, varios estudiosos y aficionados del tema indígena se fueron interesando por el hallazgo en terreno de los Conte; hoy día el Sitio Conte es uno de los lugares más ricos arqueológicamente por la gran cantidad de objetos hallados en él, y cuyo descubrimiento revolucionó la forma de ver a los indios panameños. El auge investigativo que produjo este hallazgo llevó a muchos exploradores a lugares tan remotos como el Archipiélago de las Perlas, Cana en Darién, y en gran parte, la península de Azuero.

aerial_plan Panama pacifico En 1951, una división del Ejército de los Estados Unidos acantonados en la Base de Howard en Arraiján se encontraba realizando trabajos de nivelación en los perímetros de dicha instalación militar, cuando tropezaron con un cúmulo funerario presumiblemente indígena. La Universidad de Harvard encarga a Samuel K. Lothrop, quien ya había llevado a cabo las excavaciones en Sitio Conte en la década de los 30’, para que dirija las investigaciones de este sitio arqueológico. Lo que se encontró era algo que no se había visto hasta entonces: más de 300 individuos enterrados sistemáticamente; algunos fueron mutilados y asesinados en el lugar, pero otros fueron presumiblemente embriagados o dopados, y posteriormente enterrados vivos. Concretamente, Lothrop señala 369 enterramientos y junto a esto, el hallazgo de cerámica polícroma y de orfebrería compleja, algo que hasta entonces se creía exclusivo de las grandes culturas de Mesoamérica y Sudamérica. Estudiando la cerámica del sitio con mayor detalle, los expertos encuentran similitudes con la “Cultura Coclé” de Sitio Conte, por lo que se especula que muy posiblemente, el área de influencia de la Cultura Coclé se extienda más allá del Golfo de Panamá, llegando incluso al Darién. En la arqueología actual, esta Zona es conocida como “Pacífico Central”, y se extiende desde la península de Azuero hasta el Golfo del Darién.

Se cree que las áreas de Palo Seco y Playa Venado (Veracruz, Distrito de Arraiján) han mantenido presencia humana desde hace 8000 años, pero no hay registros precisos sino hasta 500 D.C. que es la datación de la alfarería encontrada en dichos sitios. Como ya dijimos, su similitud a la Cultura Coclé y la complejidad de los enterramientos nos da la idea de un pueblo con ideas bastante concretas respecto a la vida y la muerte; existen hipótesis variadas al respecto, la más extendida es que Palo Seco era el asentamiento y Playa Venado el cementerio, lo que significa que el emplazamiento cultural supera los 5 kilómetros de playa llegando hasta Chumical en Bique. Tenían contacto por mar con otros asentamientos ubicados en Coclé y Azuero, así como también con las islas cercanas las cuales ya se encontraban pobladas (Taboga, Taboguilla y Otoque). El comercio era intenso y se basaba en el trueque: se obtenía materia prima para herramientas y cerámica a cambio de las abundantes conchas marinas que se encontraban en esta zona del Istmo. Con las conchas marinas se confeccionaban collares de hermosos colores que se han encontrado en casi todo el Pacífico Central; dado que este material es más bien escaso en Conte y en Cerro Juan Díaz, se puede inferir que éstos lo obtenían del comercio con los asentamientos de Palo Seco y de las islas del Archipiélago de las Perlas. La concha utilizada se ha identificado como Spondylus y se conocen al menos dos subgéneros de distinto color, siendo el morado el más utilizado. Se ha clasificado que la cerámica de Playa Venado pertenece al Grupo Cubitá, estilo que está fechado entre 550 y 750 D.C., aunque también se han encontrado piezas que recuerdan al estilo Conte Temprano; todas estas piezas poseen características que le dan identidad propia y las diferencia de otras encontradas a lo largo del Pacífico panameño. A juzgar por los ajuares funerarios y los tipos de enterramientos, existían las diferencias sociales entre individuos, y eso explicaría también algunos de los sacrificios: los esclavos y los prisioneros de guerra eran enterrados conjuntamente con sus amos y sus pertenencias, para que así tanto ellos como sus tesoros, les sirvieran en la otra vida. Se encontraron urnas con “tapadera”, enterramientos de uno o varios individuos en la misma fosa y de todas las edades e incluso, de animales. Se encontraron también una de las muestras de orfebrería más antiguas hasta el descubrimiento posteriormente de Cerro Juan Díaz. Datan del 450 al 600 D.C., y se trata de piezas trabajadas con la técnica del martillado. Mantienen grandes semejanzas con piezas encontradas en otros lugares como el Cerro Juan Díaz, el Valle de Tonosí y Sitio Conte, asimismo la similitud con piezas encontradas en la costa norte de Colombia, específicamente en el Golfo de Urabá, revelan la influencia de la orfebrería del grupo sinú.

En la década de los 50’s se organizó una sociedad de arqueología conformada por norteamericanos residentes en la antigua Zona del Canal. Esta sociedad se llamó The Archaeological Society of Panama que bajo capital privado pretendió realizar excavaciones en el sitio de Playa Venado, el resultado fue desastroso: dado que ninguno de los miembros de esta sociedad no tenían formación científica ni entrenamiento técnico, dañaron muchos de los enterramientos, piezas, osamentas. Muchas de estas piezas fueron a parar a museos extranjeros (como por ejemplo el Peabody Museum de la Universidad de Harvard, quien patrocinó a Lothrop) y fueron vendidas inescrupulosamente a coleccionistas privados o a museos de Europa como el de Hamburgo en Alemania. Esta Sociedad también publicó sus hallazgos en una revista que se mantuvo hasta mediados de los 60, llamada Panama Archaeology de donde luego varios estudiosos panameños extrajeron secciones que han sido publicadas en libros. En 1979 se hizo una medición con tramos lineales de 525 m de largo, colocados a intervalos de 150 m, la cual demostró que materiales culturales se extienden a lo largo de la playa por una distancia de aproximadamente 3 km, como ya se había dicho anteriormente. En la década de los 80 se siguieron efectuando estudios en el área para determinar más que todo la línea de tiempo en que se ubica este complejo funerario. Basados en el trabajo de Lothrop, investigadores como Richard Cooke, del Instituto Smithsoniano, se han interesado en el sitio y han escrito al respecto. En 1998, el antropólogo Luis Alberto Sánchez Herrera realiza estudios en el sitio y de acuerdo con sus análisis la mayor parte de los entierros están relacionados con vasijas polícromas, fechando de manera definitiva el sitio arqueológico y clasificando el estilo cerámico. En mayo de 2002, luego de la entrega de este sitio por los estadounidenses, una remoción de tierra causada por los trabajos de la Urbanización Nuevo Veracruz, afectó de manera negativa el sitio arqueológico. Según el arqueólogo Carlos M. Fitzgerald Bernal, a la sazón Director Nacional de Patrimonio Histórico, esta acción se debió a “que la empresa Ing. G. Guardia y Asociados, S.A. que elaboró el Estudio de Impacto Ambiental (IEA), mediante el contrato No. 747-01 para el estudio, diseño, planos y especificaciones para la infraestructura del proyecto Urbanización Nuevo Veracruz, no contempló los recursos culturales del área”.

Arraijapedia, simplemente un poco de Arraiján

Hoy martes 9 de septiembre, en vísperas de otro aniversario de nuestro distrito, he creído conveniente el publicar algo de nuestro querido distrito, y qué mejor que contar de nuestra comunidad arraijaneña que la historia siempre murmurada, a veces especulada, pero nunca estudiada a fondo.  No pretendo con esto que estos escritos sean la verdad definitiva, pues nada está más alejado de la realidad.  Estas letras son un mero intento por esclarecer lo que fuimos y lo que somos, y ello quizá nos de luces para empezar a construir el Arraiján que queremos ver, el pueblo que deseamos ser.

 

Bandera Arraiján

Hay mucho que contar y mucho que decir, después de todo, la Red nos da esa gran oportunidad de informar, de hablar y expresarnos y es por ello que creamos este sitio, para conversar de nuestro distrito.